La importancia de la esterilización en la odontología

 

La esterilización es un aspecto clave en odontología. Es un proceso en el que no se puede dar ningún fallo y que, además, puede marcar la diferencia entre una clínica odontológica y otra.

 

El riesgo que supone la contaminación de los instrumentos y las infecciones que puede ocasionar un error en el proceso de esterilización es tan crucial que múltiples organismos y ordenamientos, como el Centro de Control y Prevención de Enfermedades Infecciosas o la Ley de Ordenación Sanitaria de la Comunidad de Madrid han establecido protocolos y medidas para la prevención de las infecciones en Odontología, con el fin de reducir los riesgos de transmisión que puede haber en una clínica dental.

 

¿Es lo mismo limpieza, desinfección y esterilización en odontología?

 

Muchas veces, estos conceptos no suelen estar claros y, en los tiempos que corren –y que hemos vivido en los últimos dos años con la pandemia–, preocupan mucho a los pacientes.

 

En realidad, tanto la limpieza como la desinfección y la esterilización son procesos fundamentales en el día a día de una clínica dental, que consisten en la eliminación de las formas de vida microscópicas que pueden ocasionar infecciones al transmitirse de un paciente a otro a través de las herramientas de la clínica.

 

La limpieza es el proceso más básico de los tres y se realiza, fundamentalmente, con agua y jabón, para destruir la suciedad y el material orgánico. Con la limpieza, se destruye la mayoría de los microorganismos, pero su eficacia no es tan alta como la de la desinfección, en la que participan procedimientos químicos o físicos que eliminan todas las formas vivas microscópicas, salvo las esporas de los hongos. Estas últimas solo se pueden quitar mediante la esterilización.

 

¿En qué consiste el proceso de esterilización en odontología?

 

El proceso de esterilización suele consistir en varias fases, todas ellas esenciales y con un nivel de rigurosidad altísimo para completar la esterilización de un modo eficaz.

 

La primera fase suele ser, propiamente, la de desinfección, en la que el instrumental utilizado previamente se somete a una solución desinfectante con la que se eliminan los restos de materia orgánica e inorgánica.

 

Los equipos se limpian de modo manual, mientras que para el instrumental se puede hacer también de modo manual o con un aparato de ultrasonidos tras el cual se secan con aire caliente y se envasan.

 

Para completar el proceso de esterilización, con el cual se destruyen por completo los microorganismos existentes, se utiliza calor seco y calor húmedo. El primero es más eficaz para los instrumentos metálicos y de vidrio, mientras que el segundo es óptimo para las piezas de tela.

 

El refuerzo de la esterilización y medidas de higiene contra el COVID-19

 

Además de los procesos de higiene, desinfección y esterilización tradicionales en todas las clínicas odontológicas, la pandemia del COVID-19 también ha traído nuevas demandas, nuevas exigencias y nuevos protocolos.

 

El primero de ellos es el control de la temperatura de los pacientes que acuden a la clínica, para certificar que se encuentran en un primer estado óptimo de salud. A esto se le añade la obligación de usar geles hidroalcohólicos para las manos y que las salas de espera estén ventiladas de un modo adecuado.

 

Pero las medidas también se han reforzado para todo el personal sanitario presente en la clínica, desde lavados de manos más intensos y el uso de la solución hidroalcohólica a la desinfección y esterilización de instrumentos rotatorios, gafas y pantallas, y al uso de sistemas de aspiración forzada que reduzcan el riesgo de infecciones y contagios.

 

En las clínicas Brånemark, seguimos de un modo riguroso todos los procesos de limpieza, desinfección y esterilización para garantizar la seguridad y protección de todos nuestros pacientes, así como la de nuestros profesionales sanitarios.

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